Actor con carácter

Surekha Sikri fue una intérprete excepcional que cumplió y profundizó cada papel que interpretó.

De fuera hacia dentroPedro Castillo, maestro de escuela pública de la zona rural del norte de Perú, nunca ha ocupado un cargo público.

Hay una historia sobre Surekha Sikri de 1974 cuando Ebrahim Alkazi la eligió como la actriz principal en Look Back in Anger. Sikri se transformó en Alison Porter, un personaje dividido entre dos mundos, tanto que no pudo subir al escenario para hacer una reverencia después de que terminó la obra. Para Sikri, quien falleció el viernes a los 75 años, actuar fue más allá de ofrecer diálogos y acción.

De la clase de 1968 en la Escuela Nacional de Drama, y ​​entrenada por el propio Alkazi, Sikri se hizo cargo de obras como Las mujeres de Troya (Eurípides) y Las tres hermanas de Anton Chekov. NSD en la década de 1960 era un espacio donde un artista en ciernes podía ver una obra de teatro del Teatro Bolshoi de Moscú, asistir a exposiciones de arte y fomentar un interés general en la cultura de todo el mundo. Sikri se unió a NSD Repertory Company en 1973 y fue dirigida por Alkazi, Shanta Gandhi, Prasanna, MK Raina, así como directores extranjeros como Richard Schechner y Fritz Bennewitz.

Sikri podía desarrollar un personaje no solo para el escenario y la pantalla, sino también para la televisión, un medio apresurado marcado por guiones y actuaciones de fórmulas. En Balika Vadhu, por ejemplo, creó la vida interior de una matriarca de Rajasthani, Dadi sa, profundizando, adquiriendo un acento en el camino. El resultado fue una de las representaciones más contundentes de una mujer en la pantalla chica. En la pantalla grande, fue parte del cine paralelo, apareciendo en películas como Tamas de Govind Nihalani y Mammo de Shyam Benegal, que ganó sus Premios Nacionales de Cine. Iba fuerte en 2018, cuando Badhai Ho fue liberada, por lo que Sikri ganó un tercer Premio Nacional por su interpretación de una abuela malhumorada. En NSD, Sikri había escuchado una vez a Bennewitz pedir a los actores que exprimieran una actuación como un limón hasta la última gota. Ella hizo eso, hasta el final.