Hace cuarenta años, 1 de enero de 1979: Guerra civil en Irán

En la sede de su villa suburbana al oeste de París, el líder religioso le dijo al corresponsal del Telegraph que si el Sha insistía en permanecer en el poder en el Año Nuevo, se ordenaría a los manifestantes en Teherán y en los campos petrolíferos iraníes que tomaran las armas y pelearan.

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El ayatolá Jomeini, el líder opositor exiliado de Irán, ha dicho que con el advenimiento de 1979 el Sha debe irse y si no lo hizo, tomaremos nuestro arma y lucharemos para derrocarlo. El líder religioso detrás de las actuales manifestaciones anti-Shah estaba explicando su resolución de Año Nuevo al Sunday Telegraph. Jomeini se encuentra actualmente en París, desde donde se informa que dirige personalmente la agitación para derrocar al Sha. Su visa de turista había expirado hace una semana. Pero el gobierno francés le ha permitido quedarse por un período no revelado. Está protegido por los guardias armados franceses. En la sede de su villa suburbana al oeste de París, el líder religioso le dijo al corresponsal del Telegraph que si el Sha insistía en permanecer en el poder en el Año Nuevo, se ordenaría a los manifestantes en Teherán y en los campos petrolíferos iraníes que tomaran las armas y pelearan.

Sin agitación fiscal

En el presupuesto de la Unión para 1979-1980 se considera improbable una fuerte dosis de impuestos. Fuentes informadas dicen que la proyección del Sexto Plan de movilización de recursos adicionales por parte del Centro de Rs 9,000 crore exige principalmente la continuación del esfuerzo tributario, que había comenzado en el año en curso. En vista de la buena recaudación de impuestos en lo que va del año, las necesidades del Plan deben ser satisfechas, en mayor o menor medida, manteniendo el nivel de tributación existente, se afirma.

Más cohesión de izquierda

El pleno del CPM ha adoptado los dos documentos colocados por el politburó sobre cuestiones organizativas que, en palabras de su secretario general, E M S Namboodiripad, harían más cohesionado el partido, fortalecería el centro del partido y permitirían una mayor democracia en el funcionamiento interno del partido. Aproximadamente media docena de enmiendas fueron trasladadas a los documentos, pero las aceptadas no hicieron ningún cambio sustancial en la estrategia descrita en los documentos para la expansión del partido, al tiempo que subrayaron la necesidad de calidad de los miembros.