En su nombre
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Las niñas de un distrito de Uttarakhand encuentran sus nombres en sus casas. Es un reclamo que vale la pena nutrir

¿Lo que hay en un nombre? El patriarcado enseña a una mujer, desde el principio, a conformarse con un control esbelto sobre el bloque principal de identidad: su nombre. Cambia con el matrimonio, ya que varias mujeres toman el apellido de su esposo para marcar la transición de una unidad social a otra. Se sabe que algunas comunidades van más allá y cambian el nombre de una nueva novia por completo. En India, está ligado a la persistente creencia cultural, afirmada por rituales, mitos, música y cine, de que las niñas son paraya dhan, destinadas a ser arrancadas de sus lazos y derechos en su hogar materno, para ceder el espacio que alguna vez poseyeron. en eso.
Por eso, el impulso de la administración del distrito de Pauri Garhwal de Uttarakhand para alentar a las familias a colocar placas con el nombre de sus hijas en sus casas es un paso refrescante. Al hacerlo, el gobierno espera crear conciencia sobre los derechos de género y el derecho de las mujeres a poseer propiedades. De hecho, el hecho de que los hogares indios luchen por dejar espacio a los nombres de las mujeres es un indicio de una dura lógica económica: que el matrimonio es una institución destinada al aumento de la propiedad masculina y la riqueza familiar, no a la salud financiera de las mujeres. Los cambios progresivos en la ley no han sido suficientes para hacer mella en esa lógica. Incluso si las mujeres tienen derecho a reclamar una parte de la propiedad de sus padres, hay poca legitimidad social para tal afirmación. Pero, como han demostrado los estudios, la propiedad de la propiedad marca una diferencia espectacular en la capacidad de recuperación de las mujeres, reduciendo los niveles de violencia doméstica y pobreza.
La administración de Pauri Garhwal, que también lucha contra la disminución de la proporción de sexos de los niños, una advertencia de que un cálculo social despiadado ha descubierto que el valor de las mujeres es insuficiente, espera impulsar a las familias a ver su futuro en las niñas. Es posible que una placa de identificación en la puerta no conduzca a un hogar más nuevo en el interior, pero seguramente es una aspiración que vale la pena sembrar para el futuro.